Eleanor Rigby

lunes, 21 de marzo de 2011

Historias para compartir, I

Antes que nada agradezco a Ivan por mencionarme y colocar fotos del monumento a Mafalda en su entrada, me sacó una sonrisa :')
Y agradezco a todos los que visitan mi rinconcito, que de a poco va tomando forma..

Ahora si. Una de las intenciones que tenía a la hora de hacerme un blog era crear un espacio para contar historias, cuando no puedo hacerlo con muchas personas o cuando ya conocen la historia y creen que por acordármela me "aferro al pasado". Nada más lejano. Simplemente, como manifesté, tengo bastaaante rondando por mi cabeza y de vez en cuando, a través de ciertas asociaciones, salta alguna memoria perdida por ahí...

Voy a contar la historia de mi primer beso, la historia más dulce y tierna que tengo en mi haber. ¿Por qué me acordé? Quién sabe. ¿Qué asociación habrá hecho mi inconsciente?

Aclaro: capaz resulta "cursi". Si, muchos me califican de serlo... Capaz en algún punto lo sea, pero bueno, así es Eleanora Rigby, no considero que sea algo malo...
Va la historia más recordada...

 Ese viaje va a ser difícil de olvidar, por mil y un razones. De movida, tenía ciertos tintes diferentes.
Primeras vacaciones de verano sin mamá, algo que nos tenía a todos un poco desconcertados, preguntándonos de manera constante si saldría todo igual, si sentiríamos su falta de igual manera, o más intensamente, de lo que la sentíamos a diario.
Primeras vacaciones llevando a alguien conmigo, una prima muy cercana.
Primeras vacaciones en un crucero.
Primeras vacaciones en las que iban a dejarme ir a un boliche fuera de los que iba siempre, fuera de donde vivía. Si bien el boliche estaba dentro del barco, algo era algo.
Tenía 16 años. Venía de un año cargado de sucesos difíciles. Comenzaba otro, quizás, con mejores expectativas.
Lo que no sabía era que este viaje iba a superar las mismas de una manera tan pero tan amplia.

Esa noche, en particular, estaba bastante fresco y ventoso. Más aún en altamar. En el boliche del barco, la música que estaban pasando era particularmente aburrida, por lo que estaba sentada con mi prima en unos sillones. Se nos acerca un grupo de chicos. Fue ahí que lo vi. Al principio no me impactó demasiado, hasta que caí en sus ojos, de un celeste penetrante y una profundidad sublime. Me sonrió, y quedé pasmada.
Este grupo de chicos era de San Pablo, Brasil. La mayoría entendía español, pero más inglés, así que nos comunicábamos un poco en ese idioma, por ahí alguno tiraba una frase en español, o incluso, a través de las señas. Estuvimos charlando un rato, con las típicas preguntas de cuando te encuentras con gente en un viaje: “¿De dónde sos?” “¿Hasta cuándo te quedas?”. 

Yo contestaba pero, de a ratitos, dirigía mi mirada hacia el. En un momento, cuando todos hablaban con todos y yo estaba callada, se me acercó, y lo primero que me dijo fue: “No parece argentina”. Según su percepción, las argentinas son “demasiado flacas, parecen anoréxicas” y “Usted tiene formas. No me malinterprete, no le estoy diciendo gorda ni nada por el estilo, simplemente que tiene cuerpo de brasilera, con algo de carne, que las argentinas no”. Es verdad, mi contextura no es lo que se dice “un palo”. No soy gorda, pero soy alta y de cuerpo grande, espalda algo ancha, cintura angosta y mis caderas, si bien son algo huesudas, no son lo que se dice muy pequeñas. Normales.
Lo que me hizo reír es que me trataba de usted. Cuando le pedí que dejara de hacerlo, me explicó que así aprendió el español, que así le enseño su profesor, que no lo hacía por una cuestión de "formalidad". Cuando hablaba, tenía un acento que me derretía. Y por momentos una parte mía suplicaba que deje de mirarme de esa forma tan profunda, que deje de hablar con ese acento tan cautivante, que deje de sonreír de esa manera porque, a ese paso, iba a quedarme sin aire.

Mi prima se fue a bailar con el grupo de chicos, quedando así yo sola con el. Me dijo que se llamaba Marcelo, que tenía 17 años y que por favor le hable en español, no en inglés, que le gustaba más. Me contó que le faltaba poco para terminar el secundario, que quería ser ingeniero. No se cuanto tiempo estuvimos hablando, tocamos mil y un temas, lo que si se es que en un segundo ya había perdido la noción del tiempo ante semejantes ojos.
Me ofreció ir a pasear por la parte de arriba del barco. Me tomó la mano, y fue imposible rechazar su oferta.
Salimos y empecé a temblar. Pero ya no sabía si era de frío o por estar con el. Me puso su campera, y seguimos caminando. Yo seguía obnubilada por su tonada, su mezcla de idiomas y sus expresiones. Llegamos a la parte más alta del barco, sacó dos reposeras que estaban plegadas en una esquina, y me invitó a ver las estrellas. Parecía que las tenía a centímetros, y… ¡Eran miles! Nunca vi un cielo así, y hasta el día de hoy lo tengo como congelado en las retinas.

Me tomó la mano y me miró. Lo tenía demasiado cerca…
-Y usted, ¿Tiene novio?
-No, no tengo
-Y… ¿Le gustaría tener un novio en el barco?
No dije nada. No hizo falta. Primero besó mi mejilla, me acarició el pelo, y después, tiernamente, me besó los labios. Con las estrellas encima nuestro, el viento llevando mi pelo hacia todos lados, y el ruido del mar de fondo, creo que atmósfera más ideal no podía pedir.
No se cuanto tiempo estuvimos ahí, tumbados bajo las reposeras, besándonos y mirando las estrellas. Lo que si se es que le doy cinco estrellas de calificación. O, dirían los Yankees, "Two thumbs up" (Dos pulgares arriba).

Me acuerdo como si fuera ayer, aún casi cuatro años más tarde. Creo que (la mayoría) de las personas se acuerda de su primer beso.
Yo lo tengo más que nítido en mis recuerdos. Y cada vez que me tiro a mirar las estrellas me acuerdo de el. O cada vez que el viento me despeina demasiado.
No me acuerdo bien si después lo volví a cruzar. Lo que si me acuerdo es que solamente nos besamos esa noche. Estuvimos juntos muchísimo tiempo.  No podía pedirle más ternura en la manera de acariciarme el pelo, o la cara, o de besarme, ya sea en los labios, las mejillas o la nariz. No hubo necesidad de, en palabras de mi prima, “ponerle pimienta a la cosa”. Iba a arruinar la ternura del momento.

Qué será de él, Dios sabe. No volví a tener ningún tipo de contacto. Solamente conservo una foto suya que conseguí por medio de un amigo suyo. Lo que si se es que me regaló un momento que atesoro dentro mío y, cada vez que remuevo el baúl de los recuerdos y este sale a la luz, lo examino con mucha ternura, me produce una sensación de bienestar bastante linda, y me aseguro de que quede bien guardadito y resguardado de toda perturbación antes de cerrar con llave. Nada lo puede empañar, y el puede lograr que mis días se desempañen o enciendan.

Quizás a algunos les parezca “cursi”, “maricón”, “de nubes rosas” (como muchas personas a quienes les conté los detalles calificaron mi relato). Quizás sí. Pero nada logra embarrar la dulzura de este momento congelado dentro mío. Son esas cosas que me ponen una sonrisa de oreja a oreja. A conservarlas en formol, se dijo.

15 comentarios:

Abuela Ciber dijo...

Suave, como muchisimos momentos en la vida de los seres.

Yo tambien lo recuerdo pero....fue mas sencillo.
Me acaompañaba del liceo a csa, bueno a la esquina, ja ja y un día surgió ese primer beso.
Suave, pequeño, de acuerdo a la época.

Cariños

Cris dijo...

hayyyyy , que linda historia ! y en un Crucero , Brasil , Garotos los varones ,no los bombones , aunque hay algunos , varones Brasileros que parecen bombones, ajjjj. Sii a gusrdar esas cosas en formol se ha dicho . Yo 15 El 20 , para esa époco una locura, amigo de mi primo , bailecito en una casa y...... mi primer beso , ufffff, me acaloro de recordarlo , o será mi Menopausia ? ' JAJA
Kisses linda.
Cris//mujeresdesincuentay

macarena* dijo...

bbbbbbueno, como veo no soy la unica tierna en estos espacios!!!!!!!!!
qué lindo relato, qué lindo Marcelo, qué lindo escenario :)
un beso grande Eleo!!!!!!!!!!!

Marga dijo...

¡Qué linda historia! A mí también me gusta mucho y me gusta que la hayas contado. Es única.

Besos.

S dijo...

Es muy cursi la historia, es cierto...Pero es muuuy linda también!

Mi primer beso fue horrible...Siendo observados por todos, en un ambiente que no daba...Horrible.

Pero tampoco me apena eh. Me quedo con haber podido besar al primer chico que me gustó. Aunque él lo haya hecho "por que sí".

Saludos!

N dijo...

Podrá ser de nubes rosas como te dijeron,pero es HERMOSA la historia.
Un flor de recuerdo,y de seguro,la recompensa a esos malestares del año anterior.
Un besote.

Paula dijo...

Chan, de película! El mío fue con un rollinga en un banco de plaza u.u

Eleanora Rigby dijo...

Pau: igualmente, si una se lo da, puede tener siempre tintes de película jajaja

Eleanora Rigby dijo...

Little diablita: pero bueno, si a vos te gustaba, qué más da?

Valentina. dijo...

Qué tierno, ojalá uno tuviera un momento así con un brasilero de ojos tan penetrantes.
Mi primer beso fue con un amigo, lo cual, fue terrible, porque yo pensaba que había que mover la cabeza como si estuviera negando. Cero romanticismo. Pero cuando llegué a mi casa, anoté en mi libretita, que había besado a un chico, (que, sí, se convirtió por unos días en mi novio) Marecelo también se llamaba, pero no tenía el encanto del tuyo.
En fin, ¡abrazo!

Lucy in the sky - dijo...

Odio lo cursi, me parece innecesario. No me molesta el romantisismo, pero la cursilería. Ajjjjjjjjj (N). Igual esto no me resultó cursi. Fue más bien tierno. Creo que nunca había escuchado una historia tan linda de primer beso. Conozco cada historia pedorra Jaja. Si bien no fué con alguien especial para vos, porque ni lo conocías, está bueno porque fue espontáneo. Muy Carpe Diem.
Es lindo recordar momentos especiales como ese. Mi primer beso fue una cagada, comparado con el tuyo xD. Sí, fue en una plaza con quien después sería mi noviecito de los 13 años, pero comparado con tu noche de crucero bajo las estrellas xD. En fin, me alegra que dispongas de tamaño recuerdo :).
Saludos.

ivanbura dijo...

Me alegro de haberte sacado una sonrisa Eleanora! Con muy poco se puede hacer mucho!
Cómo fue tu historia. Un simple momento, inesperado quizás, que durará para toda una vida.
Y así, cuando quieras volar, este será tu recuerdo feliz (debo decir que siempre me gustó Peter Pan) :P

Un beso enorme!

UMA dijo...

Yo estoy en una etapa en la que todo me pone sensible... jaja! Me encantó la historia, es súper tierna. No me importa que parezca cursi, es hermosa y se nota que fue un momento mágico. Mi primer beso no fue así :/ Tuviste suerte :) :)
Te mando un beso!
Juls

Mª Carmen dijo...

Una historia preciosa y tierna, a mí me encantó.Feliz día Besitos amiga.

Mal atendida dijo...

QUÉ TIERNO. LO LEÍA Y SE ME ACELERABA EL CORAZÓN. OJALÁ TODOS HAYAMOS TENIDO UN RECUERDO ASÍ! CONSIDERATE SUERTUDA, JAJAJA.

UN BESO GRANDE, http://malatendida.blogspot.com :)