Sabía de tu existencia antes que vos acerca de la mía. Sabía tu nombre, tu edad. Sabía que hacías, a que te dedicabas.
Cuando te conocí, tuve que hacerme la sorprendida. Pero la realidad era que ya significabas algo. Ya estaba investida con ciertas imágenes tuyas.
Si supieras todo lo que sabía. Todo lo que inocentemente, o no tanto, había indagado. Todo el tiempo que llevaba ansiando conocerte, hablarte. También sabía que nadie tenía ni la más mínima sospecha, porque había atesorado todo dentro de mí con mucho empeño. A lo mejor se habían producido ciertos malos entendidos en la comunicación, ciertos lapsus o actos fallidos. Sí, era probable que mi inconsciente me haya traicionado, aunque esperaba que no.
Hoy trato de que toda esa información me deje vivir, me deje tenerte como solo un recuerdo. Porque hoy pretender que estemos juntos es una utopía.
Si, estoy tratando de olvidarme de Dep. Unas fotos, además de la distancia física, etaria, y de nustras actividades me hicieron dar cuenta que hoy no es el momento de estar juntos.