Eleanor Rigby

martes, 14 de junio de 2011

Sabía..

Sabía de tu existencia antes que vos acerca de la mía. Sabía tu nombre, tu edad. Sabía que hacías, a que te dedicabas.

Cuando te conocí, tuve que hacerme la sorprendida. Pero la realidad era que ya significabas algo. Ya estaba investida con ciertas imágenes tuyas.

Si supieras todo lo que sabía. Todo lo que inocentemente, o no tanto, había indagado. Todo el tiempo que llevaba ansiando conocerte, hablarte. También sabía que nadie tenía ni la más mínima sospecha, porque había atesorado todo dentro de mí con mucho empeño. A lo mejor se habían producido ciertos malos entendidos en la comunicación, ciertos lapsus o actos fallidos. Sí, era probable que mi inconsciente me haya traicionado, aunque esperaba que no.

Hoy trato de que toda esa información me deje vivir, me deje tenerte como solo un recuerdo. Porque hoy pretender que estemos juntos es una utopía.





Si, estoy tratando de olvidarme de Dep. Unas fotos, además de la distancia física, etaria, y de nustras actividades me hicieron dar cuenta que hoy no es el momento de estar juntos.

lunes, 6 de junio de 2011

Chau, muñeca..

Chau, muñeca.

Se despedía de él, tras el pronunciado “Chau, muñeca” mirando a sus profundos ojos. Sentía que podía perderse en ellos, y que el mundo podía terminar ahí mismo, detenerse. No sentía que en ese lugar, atestado de gente, hubiera nadie más que él.

Al mirarlo, dejó atrás muchas cosas. Dejó su niñez para convertirse, de a poco, en una mujer. Se despojó de muchas mochilas pesadas que hasta ese momento había llevado en sus hombros. Se puso otros anteojos para mirar la vida, y comenzó a mirarla de otra manera, mejor de lo que lo había hecho hasta ese momento.

Chau, muñeca. Hoy dejas atrás todo recoveco de niña que en tu interior pueda quedar.
Chau, muñeca. El mundo ya no es como antes. El mundo es algo nuevo, significa el inicio de una vorágine de cosas que irán sucediendo tan rápido, que ni cuenta te darás. Te queda mucho por delante, pero te vas formando, ya no sos esa nena que creía en tantas cosas.

Sólo él puede decirte nena. Sólo él lo tiene permitido. Sólo el tiene el lujo. Porque para sus ojos, siempre vas a ser esa nena de los ojos grandes que le sonrió tímidamente esa noche invernal.

La única diferencia es que, para el resto del mundo, ya no sos una nena, y que el mundo está ahí, esperándote. Sabemos que no lo vas a cambiar del todo, pero también sabemos que vas a vivir, vas a aprender y vas a sentir esas cosas que sólo con el tiempo les irás descubriendo ese sabor único, que nadie te lo puede contar, sólo lo debes vivir.

Chau, muñeca. Ya sabemos que el mundo no es rosa. Que es un lugar difícil, pero vas a saber recorrerlo como nadie. Que te vas a parar como siempre lo hiciste ante todas las situaciones vertiginosas. Que aprenderás día a día, y sacarás el jugo a todo lo que te tocará. Quizás, el esté a tu lado. Hoy, quién sabe.

Chau, muñeca…


En unas semanas (el 26 de este mes) cumplo 2 décadas de vida. Es poco, es mucho, no se, la frase dice “veinte años no es nada”. Pero esta es la reflexión de pensarlo que me salió. Como digo, Eleanora Rigby siempre vuelve…